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Los retos de un Gabinete plural y de centro

Será crucial, en tanto, ver a quién se designa en carteras delicadas como Interior, con el gravísimo reto de superar…

Viernes 22 de julio de 2011 - 07:00 am
Los primeros anuncios sobre la formación del Gabinete Ministerial del nuevo gobierno han sido bien recibidos por la ciudadanía y los agentes económicos. En general, demuestran una voluntad de apertura y concertación, así como de moverse al centro político –conforme se prometió en la segunda vuelta–, a pesar de las resistencias de sectores de la izquierda radical que integran Gana Perú.
La designación de Salomón Lerner Ghitis como jefe del primer Consejo de Ministros es comprensible, pues se trata de una persona de absoluta confianza del presidente Ollanta Humala; lo acompaña desde hace varios años y ha sido su jefe de campaña.
Luego, el nombramiento del ex viceministro de Hacienda Luis Miguel Castilla y antes la ratificación de Julio Velarde en el BCR, han dado señales positivas al mercado respecto de la continuidad de un modelo de economía social de mercado que, si bien demanda ajustes para hacerlo más inclusivo y redistributivo, ha posibilitado un crecimiento económico sostenido de 6% promedio en los últimos años y ha colocado al Perú en una expectante posición en el concierto internacional.
Eso es precisamente lo que ponía en riesgo el plan inicial “La gran transformación”, de corte estatista e intervencionista, que se presentó en la primera vuelta y debe quedar definitivamente archivado, que sería lo coherente y sensato. El triunfo de Humala en segunda vuelta se debe al apoyo de Perú Posible y también a la modificación de su plan de gobierno, que decantó en la hoja de ruta, de orientación más centrista, respetuosa de la competencia, la propiedad y las libertades democráticas.
En cuanto a Lerner, más allá de su variada trayectoria política en varios gobiernos, que se remonta a los comienzos del velasquismo, son reconocidas sus calidades de tecnócrata y empresario exitoso, creyente de la economía social de mercado y, sobre todo, de gran capacidad concertadora y dialogante. Del otro lado, sin embargo, debe superar severos problemas de imagen pública y de comunicación mediática, exigencias primarias de su nuevo cargo, sobre todo a la hora de explicar su plan de gobierno y afrontar los conflictos sociales pendientes.
En lo inmediato, Lerner tendrá qué hilar muy fino para dirigir un Gabinete con personalidades de disímil extracción política e ideológica, en el que inevitablemente habrá roces y diferencias.
Respecto de los ministros propuestos, ha sido sorpresiva, pero bien recibida, la designación de Rafael Roncagliolo como canciller. Se trata de un reconocido intelectual de izquierda moderada y con una intachable ejecutoria democrática en Transparencia, el Acuerdo Nacional y otras entidades, que será fundamental para su labor diplomática y el manejo de las negociaciones en La Haya.
No sorprende la designación de Carlos Herrera Descalzi en Energía y Minas, de quien se espera tino a la hora de lidiar con asuntos controvertidos como el de la eventual renegociación de contratos gasíferos y el impuesto a las sobreganancias. Debe buscarse el balance entre la promesa empeñada, la seguridad jurídica, la evaluación técnica, la competitividad local y mundial y la necesidad de más recursos para la lucha contra la pobreza.
Kurt Burneo, un calificado economista que proviene de Perú Posible y con experiencia de gobierno , ha sido nombrado para dirigir el sector Producción, donde la pequeña empresa y la pesca son ámbitos muy sensibles para la consolidación del crecimiento económico inclusivo. Aída García Naranjo, de las canteras de la izquierda radical, y promotora del Vaso de Leche, tendrá el difícil reto de reconvertir y dar eficiencia a un ministerio como el Mimdes, dentro de los objetivos que plantea el nuevo gobierno, y de la mano con Producción, que también vería las políticas sociales. Y Daniel Mora, militar retirado, también de Perú Posible, asume la difícil cartera de Defensa, donde siguen pendientes la reforma militar, la lucha contra el narcoterrorismo y el sinceramiento y homologación de remuneraciones. Ricardo Giesecke en el Ministerio del Ambiente era la opción anunciada, por su desempeño en el proceso de transferencia y por sus calificaciones y conocimiento de la materia vinculada a los conflictos sociales.
Será crucial, en tanto, ver a quién se designa en carteras delicadas como Interior, con el gravísimo reto de superar los alarmantes niveles de delincuencia e indefensión, que reclaman los ciudadanos; y Educación, donde se espera una apuesta firme por la continuidad de las reformas del actual gobierno, la calidad educativa y la evaluación y actualización de los maestros.
En los pocos días que quedan deben despejarse estas y otras dudas, que pondrán a prueba la capacidad de liderazgo, convocatoria y criterio del nuevo jefe del Estado, Ollanta Humala, y de su jefe de Gabinete, Salomón Lerner. Y, ahora que se confirma la alianza gubernamental con Perú Posible, el país espera que se expliquen las bases y lineamientos de este apoyo fundamental para asegurar la mayoría congresal y la gobernabilidad democrática del país en torno a un plan que armonice el desarrollo económico con la urgente inclusión social.

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