Es un pueblo pequeño, de aproximadamente 85 hogares, cuyos pobladores llevan una vida precaria produciendo cerámica y labrando la tierra para su auto consumo familiar. Actualmente en Raqchi se cuenta con 44 habitaciones bien abrigadas, con baños completos y algunos de ellos, incluso con agua caliente. Las familias brindan alimentación a los visitantes, compuesta por platos de gastronomía tradicional, sobre la base de ingredientes como maíz, papas, ollucos, habas, arvejas, tarwi, quinua y trigo todos producidos localmente. Durante la cena suelen venir otras familias con las que se arman pequeñas fiestas, en las que se canta y baila al ritmo de la asispayana y la cashua.